lunes, enero 14, 2008

El divino don de la pereza


Cuenta “La Biblia”, en el libro primero de Moisés (que era clavado a Chalton Heston cambiándole el rifle por un báculo y dejándole crecer unas barbas a lo Papá Noel), el Genesís, en su versículo 1.2.2 que el dios de los cristianos, tras crear el mundo, las plantas, los bichos y los humanos en seis días, el séptimo descansó.

Es algo que siempre me ha resultado curioso, ¿qué necesidad tiene un ser todopoderoso de descansar? Esto de joven me planteo muchas preguntas, varias hipótesis y algunos planes de tipo”Equipo A”.

No creo que seamos el único planeta con vida, de hecho tiene que haber muchos más, así es lógico pensar que este buen dios de vez en cuando crea otros mundos y luego se toma un día libre… quizá eso explica las grandes catástrofes sufridas en La Tierra… estaba en su día libre y con el móvil apagado.

La primera hipótesis era que dicho dios se cansaba y necesitaba reposo, por lo tanto, era vulnerable. Mi plan de muy pequeño, un crío era entonces, era que si un día contactábamos con los de los otros planetas podríamos revelarnos o encontrar la forma de hacerlo trabajar tanto que lo matásemos de agotamiento. Así realmente seríamos dueños de nuestro destino. Hecho esto, ángeles, santos, vírgenes y otras faunas celestiales eran pan comido. ¡¡¡ Mortales al poder !!!.

La segunda era que realmente es todopoderoso y no se cansa… y como hemos visto, en esto de hacer mundos no es que sea muy bueno. O sea, que es perezoso. Que de vez en cuando se toma su día libre, o quien sabe si más, para sus cosillas. Supongo que tiene derecho, que eso se ser todo amor e intentar cuidar de todo el Universo tiene que ser muy reconfortante a nivel personal, pero también un “palo” de cuidado en ocasiones.

De los pocos dones que a mi me cayeron en gracia, tengo ese, el divino don de la pereza. Sobre todo últimamente me solidarizo mucho con el papi de Jesús (Chus para los apóstoles y los colegas, bueno para Judas Don Jesús) y estoy de un vago que asusta. Pongo algunos ejemplos:

Sábado tarde. Ropa por planchar, suelo por barrer y los platos de la comida por fregar. Soy capaz de tirarme horas cambiando de canal entre las pésimas películas que dan por no pegar golpe.

Día laborable. Mochila del gimnasio preparada, lista para llegar del trabajo e ir a sudar. Cualquier pretexto es bueno para acabar no yendo. En estoy soy realmente bueno.

Una noche cualquiera. En lugar de hacerme una cena elaborada y adecuada, aprovecho congelados o improviso mezclas rápidas y esperpénticas de componentes alimenticios que suelen acabar haciendo resentir mi aparato digestivo.

El último ejemplo. Este escrito lo tenía pensado desde hace una semana pero no me apetecía ponerme a escribirlo… y así ha sido hasta hoy que en ataque de aburrimiento supremo lo tecleado.

Esta pereza también se me traslada a un plano más psicológico y moral. Me explico.

Uno está solito en la vida, quiero decir sin mujer con la que compartir sus días… y noches. No es que yo sea una maravilla (con 7 mas 7 en el mundo hay bastantes) pero tengo mis pequeñas virtudes plantadas en un amplio campo de defectos. El caso es que no tengo éxito entre la población femenina. Sí, así es. Esto hace que me sienta como un dios (un dios según mi concepción y opinión de ellos) en la tierra de las ateas. Majete, con cualidades pero invisible y sin nadie (quizá debería decir “nadia” para indicar el genero de Eva) que crea en mi. Y a pesar de esto y las ganas de conocer (también en el sentido bíblico) a una chica para esas cosas del amor, el día a día y compartir el mundo, cada vez me da más reparo el promocionarme y abrirme al mujerío en general. Resumiendo, pereza emocional.

Yo creo que lo que me pasa es que no sé vivir o me falta motivación para vivir por mi mismo. Soy muy sencillo, tirando a espartano, y con cualquier cosilla para mí me conformo. Sin embargo, por alguien, un amigo (de amistad pura y casta), amiga (no necesariamente tan pura ni casta), novia, amante, etc… me volcaría. Sería hasta capaz de ser un dios (y de los buenos, no de los míos) para hacerle/a sentirse bien y augusto. La pereza se tornaría ánimo y energía.

Ays, me parece he de comenzar existir de otra manera. Será cuestión de ir rompiendo malas inercias…

Uff, que rollo. Ya me he cansado de escribir… Pufff, que pereza… Hale, hasta otra.

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Uhmmm. Again you here? Go to hell. Today I don’t want to write. I only want to sleep. Don’t wake up again…Well, only wake up me if you are a pretty women very hot and wet. Bye, darlin’…

…zzzZZZ

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero estar cerca cuando te sacudas la pereza....

Cada día me gustamás como hablas el inglés...aunque deswines.

Tu atea.

Anónimo dijo...

La pereza (casi siempre de la mano con el aburrimiento) son síntoma no de la soledad, si no de la ausencia de motivación. Quizá la compañía que ansías no deba ser tu única ambición. Porque el amor perfecto no existe... Existen momentos vitales propensos a enamorarse, propensos a des-enamorarse, a querer salir, a querer quedarse en casa...
Ese amor perfecto no es una mujer esperándote sabe Dios donde, es un momento de tu vida. Y si en estos momentos no encuentras eso, será quizá porque sean momentos para buscar otras cosas... otras ambiciones.
No sé, quizá alguna hobbit saltarina te hubiese servido para olvidarte al menos un tiempo de esta falta de motivación...
Bueno, es mi opinión, espero haberme explicado bien.

Evinchi dijo...

Ays, ays, ays.


Cada día creo que en algunas cosas, nos parecemos más.

Así que no soy perezosa...soy...una Diosa. Toma ya.

y respecto a lo otro, es que es ud. muy exigente, y le queda mejor la barbita. Hágame casoooo, hágame casooooo.

Besitos.

Anónimo dijo...

Mi no estar de acuerdo....mejor sin barbita...

La pereza es una de las pocas cosas buenas que nos quedan autóctonas, como el jamón y el anís del mono..(aunque yo prefiero el wine).

La ilusión, eso si...lo de la motivación para los consultores.

Uno dijo...

Anónimo
Tú arrimate y verás que pronto se va :-)
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Oh, only a little question. What are your measures, baby?
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Ni caso al jodio inglés que está sin civilizar.
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Can you give me your bank account and its password?

donato
Ciertamente es falta de motivación o ánimo lo que origina la pereza. Y tengo claro que un amor, una mujer, una compañia no es la única solución. La pereza o desgana forma parte de uno hasta que desaparece hasta que por algo pasa a otro "nivel de energia" lo mismo que un electrón puede cambiar de gap.

Gracias por buenas letras.

evinchi
Bueno, no aspiraba yo a ser un dios único :-)
La barba es uno de los signos distintivos de la pereza, fijate sino en la los hombres de la iconografía religiosa.

Besos

ojo del silencio sabio
Pues paso de pereza y cambió jamón por ilusión (y de paso me afeito). El anís se lo dejo pal mono que me han dicho que es de goma.

¿Conoces alguna consultora que me quiera motivar? :-)

Besos

Daniela Haydee dijo...

Eso de estar motivado todo el rato, se me antoja altamente cansino... ¿Será por pereza?

Para todo debe haber una etapa y la de dejar pasar el tiempo porque sí, es muy necesaria para "pasar" a no disponer de él.

La motivación a veces llega por si sola, no hay que esforzarse demasiado en buscarla.

Un saludo perezoso... bueno, no, que no me apetece.

Uno dijo...

Daniela, hay gente perezosa y gente hiperactiva. Supongo que como siempre lo ideal es un punto medio.

La pereza también puede ser un placer si se administra sabiamente.

Saludos