jueves, diciembre 31, 2009

Uno menos



Día 31 de diciembre de 2009, 7:24 de la mañana. Como cada día laboral uso el tren para desplazarme a Barcelona donde suelo trabajar. Apenas comenzado el trayecto, se oye el chisporroteo de la electricidad estática por la megafonía que precede a las palabras de una voz inexperta y de explicito escaso de habito en la comunicación de información al público. Sin excesivo interés en corroborarlo, supuse que debía pertenecer al maquinista.

Atención señores viajeros, debido a un arrollamiento entre la estación de La Llagosta y Moncada este tren permanecerá detenido en la estación de La Llagosta durante 30 minutos aproximadamente. Rogamos disculpen las molestias”.

Nada más concluir el mensaje una señora soltó “el otro día porque los trenes iban mal y hoy esto…”.

Oído esto, comencé a escribir las líneas que ahora leéis.

El espontaneo e indolente comentario de la señora es un reflejo de la sociedad que componemos. Un conjunto de individuos egocéntricos a los que sólo les importa lo propio y lo que afecte a su entorno. Para todo lo demás se practica un aséptico desdén.

Nos preocupa tan sólo lo nuestro o lo que pueda alterar a la gente que nos es afín. Se destierra del campo de nuestros sentimientos todo cuanto directamente no nos influya.

Alguien, seguramente con un drama tras de sí, decide quitarse la vida antes que asome el sol por última vez en el año. Un ser humano prefiere sufrir la brutal envestida de un tren de “rodalies” (cercanias), y un más que posible descuartizamiento que finará su existencia, a seguir prolongado su vivir.

Una persona que desprecia, o poco le importan, las consecuencias que su acción tendrá en los viajeros de los trenes de las siguientes horas. Pasajeros que generalmente han tenido que abandonar el calor de su cama y alejarse de su familia para resignadamente realizar la última jornada laboral del año. Un ser que no ha pensando en el pesar que producirá su muerte en quienes le conocían. O quizás sí. Quizás, eso motivase e incentivase su decisión.

Ese alguien anónimo, hombre o mujer, joven, adulto o anciano, estaba en todo su derecho de dar término a su vida. Tampoco se le puede exigir, a quien resuelve escindirse del mundo, coherencia y postrero acto de consideración hacia los demás, hacía todo lo que ha inducido a suicidarse.

En el tren, a los clientes de ADIF (la antigua RENFE) poco les importa quién era. Seguramente nadie llegara a conocer de quien se trataba, ni su historia. Les molesta el retardo que sufren para cumplir con la monotonía de sus vidas, esa que su vez les fastidia y les asfixia.

La media hora de espera, finalmente, es más escasa de anunciado. El tren reanuda la marcha y la vida sigue su incesante fluir. Continúa para todos,… menos uno.





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Hi people.

Hello girls.

Today a year ends, a year dies.

But don’t worry, don’t afraid dear girl.

You have a last opportunity of to travel far away.

You still can ride on me. I am the best vehicle to follow the sweet way of love (savage sex).

Together we reach until last aim of pleasure.

Came on, come with me.

I promise you twelve “dusts” before midnight.

Wet kisses.

Happy new year!


lunes, diciembre 07, 2009

Crucero para escolares



No es que sea un premio (o quizás sí, según se mire), es un titular tramposo para encabezar unos cuantos párrafos sobre un tema: el Tribunal Europeo de Derechos Humanos falla favor de la retirada de los crucifijos en las aulas de los colegios públicos.

Seguramente alguno no habrá pillado la “broma” de titulo, otros pensarán que es un chiste entre malo y pésimo. Tengo al menos el consuelo que mis compañeros de trabajo y conocidos están libres de espanto, pues suelo torturarles reiteradas veces con estas muestras de mi estilo de humor. Bueno, generalmente las tonterías que digo son mucho peores. Un sencillo ejemplo, para apalearme sería:
- ¿Qué pasta comen los escoceses en memoria de las flechas del lago Ness?
- ¿...?
- Mac-arrow-ness.

Siempre hay un alma inocente que pregunta sobre cuáles son las flechas de ese lago. Luego se lamenta de no poseer unas cuantas de esas flechas y un arco para probar su puntería con el autor de tal estupidez.

Volviendo al crucero, o sea, a las cero cruces en las escuelas.

El asunto, así en pocas palabras (esto es una total mentira, soy incapaz de decir nada en pocas palabras, pero queda bien ponerlo), parte de un recurso interpuesto por una señora finlandesa afincada en Italia sobre la presencia de cruces en las aulas de un colegio estatal donde estudiaban sus hijas (si lo has leído en voz alta y aun tienes aliento, oye, presentate al campeonato inmersión a pulmón libre). El Tribunal Europeo de Derechos Humanos le ha dado la razón en pos de la libertad de religión.

A los italianos la cosa no les ha gustado demasiado. Al Papa menos, como que le está fastidiando el negocio. Y a Berlusconi,... ¿qué más da lo que piense ese Cesar Imperator de plástico? No está el buen juicio en entre su haberes. Ni el bueno, ni el malo, ya que los suele eludir.

Quien ya me conozca un poco y/o me haya leído en alguna ocasión, tendrá facilidad para intuir mi opinión al respecto.

Soy ateo por reflexión, convicción y fe (en mi reflexión y convicción). Ello no significa que no respete a quien quiera seguir cualquiera de la gran variedad de religiones que hay por el mundo y resto del Universo. Cada cual es libre de creer en lo que quiera... siempre que no incordie a los demás. Vamos, que por tener fe en algo no joda a los demás ni les imponga nada.

A mí las religiones ajenas que me gustan son las interiores.

Hace unos días hablaba con una compañera de trabajo ( hola, un saludo, “Zhu” :-P ) sobre esto y la “navidad” (sé que se ha de poner la “n” mayúscula, pero como es mi blog me tomo la libertad de negarle ese honor como reflejo de mis creencias o manías personales). A ella le gusta la “navidad”, la vive y la disfruta. Le encanta lo que significa y compartirlo con su familia y allegados. Yo, en cambio, que soy muy soso y espartano (no espartano de Esparta, sino por seco y falto jugo, como el esparto), aborrezco esas fechas y toda la parafernalia que traen consigo. Ella hablaba de ilusión y yo de montaje y mercadotecnia (que es la forma más castellana de decir “marketing”). Ella de sentimientos y yo falsedad e imposición. Al final, poniéndonos serios, ella me dijo que no le gustaría vivir el día en que no existiese la Navidad (va, esa “n” grande la concedo por ella). Yo, más borde que House (M.D.) ante los familiares de un paciente, le respondí que esperaba vivir el día en que la “navidad” (esa va por mi) perteneciese al olvido... y que sería feliz con ello. Son maneras diferentes de pensar y sentir.

Entre las muchas cosas que dije, algunas tonterías, que uno es cabezón y debate y argumenta con lo que sea, hubo una que fue una gran fanfarronada, pero cada vez que la recuerdo me parece tiene más sentido. La burrada era que la “navidad” debía de celebrarse en establecimientos y locales acondicionados debidamente para ello, lo mismo que el futbol (otra religión social), y no dar la tabarra con luces y villancicos en lugares públicos, a quienes ni nos gusta ni nos apetece sufrir toda esa obstentosa manifestación agresiva hacia otras creencias.

“Navidad” (grrr, porque es a principio de frese, que si no…), cruces es lo mismo a diferente escala y en distintos ámbitos. Sea por tradición o por gusto mayoritario, es igual, es injusto, hay gente que no se siente representada por ello y no merece ser expuesta a tales símbolos sin su consentimiento. Como dicen los de Estrasburgo, la una y los otros, vulneran nuestra libertad de culto.

Qué diferente sería si en las aulas en vez de crucifijos hubiese publicidad de Coca Cola, Ferrari... o de Pato WC. Está claro que no gustaría.

Podría añadir un “no con mi dinero”, porque no deja de ser un gasto público de todos para el goce de unos muchos, pero limito a lo expuesto.

Para acabar, un video musical que tiene que ver de refilón, el origen de la polémica ( y que, por cierto, le gusta mucho a “Zhu”, ah y de regalo este enlace :-) ).



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Hello people.

Hi girls.

Xmas is near. Lights and Chrismas carol are everywere.

Baby, you don’t have to wait until 25 th of December to get your special gift.

Yes, you take it now.

Your gift will be a very special night with me.
Let me tell you the plan.

I will fill my house with candles. Soft lights and intimate music.

I will tie you to my bed by the wrists and ankles with scarves of silk, then I will cover your body with kisses and caresses. Finally, I stab my spear burning into you… again and again until you reach the Paradise.

You never can to forget that night.

I leave you in advance this song, I hope you like it.



lunes, noviembre 09, 2009

Balances

Hoy es un buen día para hacer balance la vida de mis blogs. Es un buen día porque es un día cualquiera. Tan cualquiera que he tenido que recurrir al reloj Windows (XP, of course) para saber que estábamos a 8, el mes lo sospechaba, Noviembre, y el año más o menos, aunque me debatía entre el 2009 y el 2010, pero es 2009. Sí hoy es domingo, 08 de noviembre de 2009.

Dice la Wikipedia que mi paisano Hernán Cortés, descubridor y carnicero de profesión, llego tal día como hoy Tenochtitlán y Montezuma salió a recibirlo, qué mal chasco se llevaría el emperador azteca sobre semejante huésped. También hoy se inició la última guerra de Iraq. No, si día para aniversarios positivos no es. Además en este día y mes nació Alain Delon, el cual hace no mucho interpreto su papel más grande en el cine, o sea, el emperador Julio Cesar, en “Astérix y Obélix en los juegos olímpicos”.

Dados estos datos puramente de relleno voy al tema.

El 21 de octubre del 2006 abrí este blog con la ególatra intención de publicar aquí lo primero que se me ocurriese (y revisase y retocase y revisase y retocase…) y que la gente lo leyera por voluntad propia, por gente me refiero al mundo mundial.

En principio iba a ser un blog anónimo, es decir, no le iba a contar a nadie conocido que tenía un sitio en internet donde escribía textos (personales). El anonimato te permite ser más irresponsable escribiendo, más libre en definitiva. Luego, el afán de exhibicionismo me pudo y le fui contando algún que otro conocido que publicaba en un blog de vez en cuando. Últimamente, hasta lo anuncio en Facebook.

Ciertamente, ahora, a la hora redactar una entrada pienso en quien lo puede leer y autocensuro algunas partes o las digo de otra manera. Me merma un poco la libertad que deseaba al comienzo, pero tampoco en exceso. Soy muy burro y digo más de lo que racionalmente debería. Por otra parte, soy tan aburrido que no tengo demasiados secretos inconfesables que contar.

Otra idea inicial del blog era que fuese bilingüe. Publicaba en castellano y (la supuesta) traducción) en inglés. El objetivo era que forzándome al escribirlo en inglés…, aprendería algo más de ese idioma, de paso. Aquí, debo confesar mi más absoluto fracaso al respecto. Es más, creo que en los países de lengua sajona la gente comienza a hablar tal como yo “escupo” mi inglés, gracias a los malos hábitos que han adquirido mis lectores, de esos lugares, y su difusión.
El doble idioma se convirtió en losa. Tardo mucho en crear una entrada, entre dos y tres horas. No doy para más. Encima, la parte inglesa le sumaba otra buena horita.

Fue esto, el peso del inglés, y que me apetecía escribir historias que no tuviesen que ver conmigo ni mi vida, a modo de ensayos o experimentos literarios y pequeños relatos, lo que me hizo que decidiese a abrir un segundo blog, “Mentira como la vida misma”. Eso fue el 25 de Diciembre del 2007. ¡Coño!, Navidad. Ya ni me acordaba que fuese en esa fecha. Ese día se parió la primera entrada (sin pecado concebida) del nuevo blog.

Una media paralela fue rebajar la cantidad de lengua extranjera en el blog original. Quería que fuese como un Dr.Jekyll (en castellano) y Mr. Hyde (en inglés), aunque este último me ha salido un poco necesitado de afecto femenino y brutote.

Más o menos alternativamente he ido publicando en uno y otro, sin prisa y con algunas pausas. Siempre he creído que escribir ha de ser un acto placentero y voluntario, no una obligación. El día que el blog marque el ritmo se pierde el blog y se pierde el que escribe.

Sin duda lo mejor de mi experiencia blogera ha sido conocer a la gente a través de sus comentarios y sus blogs. En algunos casos incluso, conocerlos “face to face”.

Lo mejor que le puede pasar a un blog es que lo comenten. Además acaricia el ego del autor y le da gustirrinín. Yo he tenido la gran suerte de que sea gente inteligente y agradable quien comenta mis entradas.

Son los comentarios los que enriquecen realmente los blogs. Lo más extraño, sin duda, es que mayoritariamente son realizados por chicas. Supongo que las mujeres poseen más paciencia y capacidad de sacrificio. Yo estoy muy sorprendido de ello… y algo preocupado. No por tenerlas de lectoras, que es un gusto y un lujo, sino por si mi forma de escribir repele a los machos, cosa que tampoco me importa mucho (sin querer desmerecerlos), pero que me gustaría cual es el motivo que provoca esa fuerte imparidad.

Ah, increíblemente hasta tengo “seguidores”, eso sí que me llamó la atención. Son poquitos cinco en “Cachos de vida” y dos en “Mentira como la vida misma”, pero ahí están.

Bueno, y para acabar unos cuantos números y curiosidades (por blog).

Cachos de vida
Visitas recibidas desde 53 países.
España (75%), Ecuador (7%) y México ( 4%).

Textos buscados en Google que han llevado a alguna entrada del blog. Los más recurrentes:
“cachos” (que por los visto en algunas partes de Latinoamérica significan “cuernos”),
“cachos de vida”,
“cartas de amor para mi novia”,
“cachos malcriados” y
“Jeff goblum”.

Como búsquedas curiosas destacaría:
“como motivar a cristianos perezosos”,
“hombres fuertes duchándose”,
“no puedo tender porque me da asco”,
“carta felicitando a mi novia por ser mujer” y
“como quitar la mugre del pene”.

Mentira como la vida misma
Visitas recibidas desde 28 países.
España (83%), México (3%) y Perú (3%).

Textos buscados en Google que ha llevado a alguna entrada del blog. Los más recurrentes:
“el amor es bello”,
“los errantes”,
“el amor es vello” y
“bello amor”
“meada encima”.

Como búsquedas curiosas destacaría:
“pergaminos de la vida”,
“perdono el bollo por el coscorrón”,
“concurso meadas encima”,
“ha mi amigo y a mi nos gusta la misma vieja” y
“reducio de labios menores vaginales”.

Por último, agradeceros a todos los que habéis pasado por aquí vuestra visita, vuestra huella a quienes comentasteis y vuestra paciencia y fidelidad a quienes tenéis costumbre de leerme en cualquiera de los dos blogs.

Ufff, que tufillo a despedida drástica iba cogiendo esto, pero no se preocupe o alegre nadie, lo único que fina es la entrada.

Hasta la siguiente…

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Hi.

...

Please, don’t disturb. I am busy.

...

Today, I am celebrating my NO blogs anniversary.

...

Uhm...,I have a idea.
Girl, do you want join the party?
Do you want to blow my cake candle?

...

lunes, noviembre 02, 2009

Brotes verdes




Si digo que no voy a hablar de economía mentiría, porque algo dejaré caer, pero no es por eso el motivo del título de esta entrada.

Como supongo que algún alma errante (por Internet) puede haber llegado hasta aquí desde Google u otros buscadores traído por esas dos palabras, “brotes verdes”, y esperará, como mínimo, una opinión sobre la situación actual de lo que tiene que ver con el dinero, pues que menos que satisfacerle en la medida en que me sea posible.

Nota para mí, tengo que hacer frases más cortas. Coñe, casi me asfixio al repasar el texto.

Hay crisis. Hoy lunes, 02 de noviembre de 2009, seguimos con la crisis. La cosa no pinta bien. Parece que ya hemos tocado fondo y que no irá a peor, pero aún queda mucho camino por recorrer hasta que los números vuelvan a ser positivos. Esto lo dice cualquier periódico, así que aquí no aporto mucho.

Lo peor de la crisis es que muchas empresas se ven obligadas a cerrar y la gente que va al paro. Los casos más graves los de quienes sin trabajo tampoco reciben prestación de desempleo. Una situación muy jodida.

Pero hay otra cara, y diciendo esto me arriesgo a ser lapidado con comentarios poco simpáticos. Toda esta crisis tiene un lado positivo. Para la gente que mantiene su trabajo, y no tiene riesgo de perderlo, la cosa no está tan mal. Los precios han bajado, la Bolsa está en auge… y si tienes hipoteca, seguramente, se ha reducido la letra de cada mes y se puede ahorrar más. También es un buen momento para comprar (al contado) pequeños o medios caprichos. Yo lo he hecho, y no por el generoso fin de colaborar a reactivar la economía, sino porque simplemente me apetecía. Que tenía ganas yo de tener GPS (baratito), disco duro multimedia (resultón) para la tele y móvil nuevo con MP3 y radío (89€ en oferta), que viejo estaba muy cascadete.

Fin del tema relacionado con el vil metal… o sucio papel.

Ahora la entrada en sí.

Hace trece años abandoné el piso de mis padres y me mudé al piso donde vivo en la actualidad. Desde entonces hasta hace poco, he tenido una fiel compañera. Debo reconocer que era rara, demasiado espigada, se podría decir que anoréxica. Cierto que yo me preocupaba poco por ella y la alimentaba cuando me acordaba, pero creo que ni eso justifica su aspecto. Lo curioso es nunca he sabido su nombre.

Para que os hagáis una mejor idea, he aquí una foto suya.



No se la ve muy bien, porque la resolución de la foto es mala muy baja, y la tele la tapa un poco.

En esta foto aparece muy joven, en su mejor época, cuando estaba más sanota, pero aun así ya tenía una pinta extraña. A veces he pensado que era acérrima fan del “actor secundario Bob” de “Los Simpsons”.

Por cierto, si alguien sabe qué tipo de planta es le agradecería mucho que me dijese cual es.

Con el paso del tiempo, fue perdiendo hojas. Su tronco cada día se ponía más duro (y no me refiero a nada sexual). Al final, sólo quedaron en la parte superior cuatro o cinco hojas que acabaron secando, su tronco al no soportar el peso, se quebró por arriba. Hará unos seis meses la di definitivamente por muerta, con gran pesar. Aunque parezca raro, le había cogido cariño.

Pero no es esta una historia triste.

Soy perezoso y ando corto de tiempo. Tampoco me gusta mancharme las manos con las plantas. Así que, tal como hizo Norma Bates con su madre, he mantenido su cadáver en mi casa. Me perdonen los que no hayan visto nunca la película Psicosis, la cual os la recomiendo ver. Es muy buena y tiene sorpresa final… Bueno, mejor no escribo más al respecto. No sea que a algún paciente lector le entren ganas de acuchillarme en la ducha.

¿Dónde estaba? Ah, sí. Mi planta ha seguido conviviendo conmigo tras su defunción.

Hará mes y medio, mientras hacía “mis labores”, es decir, limpiar la casa, advertí algo extraño en el tiesto. Había un pequeño brote verde de algo. Me acerqué más… y allí estaba. Una verde hojita saliendo desde la tierra, desafiando al agreste mundo con su orgullosa subsistencia.

Mi alegría e ilusión fueron tremendas. Mi planta había renacido. Más chula ella que un Jesucristo, que para eso también había resucitado ella, eso sí, en plan discreto y sin tener ningún padre pudiente. Y yo más contento que este tras conocer (aplíquese sentido bíblico) a María Magdalena.

Supongo que de las raíces volvió a brotar. Aun quedaba vida bajo la tierra. Para evitarle gastos de energía innecesarios seré el tronco del que había sido su anterior cuerpo.

En la siguiente foto la podéis observar.



¿A qué es mona? Mírala, que verde ella. ¡Preciosa!

Los restos de hojas que se ven son de su otra vida. Al menos que sirvan de nutrientes para la tierra. Se nota que no entiendo mucho de plantas, ¿verdad?

Alguien menos material que yo, y con los mismos conocimientos botánicos, podría interpretar el hecho del renacimiento como un símbolo o una señal y buscarle un significado místico. Yo, simplemente, me siento contento por volver a tener a mi compañera de piso conmigo, y esta vez procuraré estar más atento a ella y tratarla mejor.

No obstante, no me desagradaría la idea de que fuese un reflejo de un futuro próximo que indicase que yo también puedo renacer en algunos sentidos...

(Omito las entre 50 y 75 líneas de rollos filosóficos y penas propias que vendrían a continuación)

...sólo espero poder emular a mi planta y ser mejor como bicho viviente y como persona.


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Hello people.

Hi girls!

I am happy. I have a (little) trunk that it can to grow and to grow...

¿Do you want to see it?

¿Do you can to touch it?...


domingo, octubre 04, 2009

Tempus fugit



Una cosa que siempre he detestado es el sonar del reloj. No soporto ese tac, tac, tac, continuo, monótono y rítmico. Son latigazos a nuestra vida que, irremediablemente, le arrancan un segundo de tiempo por cada movimiento de la más delgada de las agujas.

Si en la habitación donde duermo hay un reloj clásico tengo que quitarle las pilas para poder conciliar el sueño. Es algo con lo que no puedo. Me pasa muy parecido con el goteo de un grifo, los ronquidos de los vecinos, el crujir del somier de una cama o el flop-flop de los cuerpos al chocar cuando se ejerce el amor. Estos dos últimos casos me turban y distraen, aunque yo sea uno de los culpables en producir esos sonidos.

Quizá asocie todas estas secuencias sonaras, y otras similares, al indiscreto caminar del reloj, por su equidistancia sonora, o puede que simplemente sean manías mías. Si a alguien le sorprende lo que cuento o, como mínimo, le suena raro, ya somos dos. Lo escribo y describo y advierto que ciertamente algo extraño es. En ocasiones, contar las cosas a los demás nos hace descubrirlas a nosotros mismos o verlas desde otro punto de vista. Doy fe.

Volviendo al tema de la irretenible cuarta dimensión. Noto el paso del tiempo, advierto su huella en el mundo y en mi cuerpo, según van pasando los años. Soy consciente que su avance limita mis posibilidades de acción y mis libertades, aunque seguro que también abre nuevas oportunidades de otro tipo.

No soy persona que lamente lo que he hecho o dejado de hacer. Bueno, aquí he de indicar una excepción que me afectó un poco. Siempre quise ir a ver el espectáculo de Pepe Rubianes en el teatro, pero ya fuese por estar liado, por no tener con quien ir o por vivir al lado de Barcelona, con lo que parece que es algo que puedes hacer cualquier día, al final nunca pude realizarlo. Él falleció y yo me quedé con ese deseo incumplido.

Este hecho me hizo darme cuenta que hay cosas que se pierden para siempre. Oportunidades que caducan. Nunca antes me había importado no realizar algunos actos, como por ejemplo ver el vuelo del cometa Halley rozando nuestro planeta o perderme otras actividades únicas. Algunas no tienen más importancia que el hecho mismo de ser precisamente únicas, pero eso no las hace relevantes. Aunque como casi todo, esto depende mucho del punto de vista de cada uno.

Hace unos años se me choque con la disyuntiva de querer o no tener hijos. A mi siempre me había hecho ilusión lo de tener descendencia. Ese vanidoso intento de desafiar al tiempo y la muerte escupiendo parte de tus genes (y puede que de ti mismo ser) una generación más allá. También me hacía ilusión el concepto de familia y educar unos niños. Sé que estoy dando una visión muy fría y egoísta de lo que supone tener y criar los hijos, pero ¿qué se puede esperar de ateo con tendencias estoicas? Supongo que si me viese en esa situación, siendo padre, me encontraría desbordado por los sentimientos y sería todo corazón, el típico padrazo babeante que se toma muy en serio su rol.

Esa toma decisión, como no podía ser de otra forma, se produjo por una mujer. Un ser especial de la que yo andaba muy encandilado, por aquel entonces, y ella de mi. Ella no deseaba tener chiquillos. Mi futuro con ella pasaba por renunciar a procrear. Lo medité y aposté por ella. Con el tiempo la relación se truncó. Puedes querer mucho a una persona, más que a ninguna otra cosa, ser correspondido, y que la convivencia entre ambos no sea posible. En ocasiones, no sólo el amor basta.

Ahora, el tiempo ha pasado. El próximo año me traerá un cambio de decena en la edad: los temibles cuarenta. No es que me importe en exceso cuantos años acumulo. La edad es más un sentimiento mental y físico que el número que la representa. Ahora, decía, y en el caso de que tuviese pareja, veo muy complicado lo de tener bebitos. No sé si podría soportar el desgaste corporal y psicológico que supone. A sus veinte, en el mejor de los casos, yo tendría los sesenta, muy viejo, mucha diferencia de edad.

De todas maneras, por mucho diga y relate, todo este planteamiento puede cambiar por la “moza” adecuada. La carne es débil y el corazón gelatina. Es lo que tiene el amor y la relativa posibilidad de poder practicar sexo con regularidad.

En ningún caso, me arrepiento de aquella decisión. Sí hay otras resoluciones o acciones que he realizado de las cuales no estoy tan orgulloso.

Vivir implica errar, y errar nos puede servir para aprender.

Somos quienes somos y nos construimos día a día sobre nuestras acciones. Somos fruto de un entorno y nuestro propio hacer continuo.

El “si hubiera hecho …” nunca tuvo la más mínima probabilidad. Todo cuanto hemos hecho u obrado, y en qué forma, es porque siendo quienes éramos sólo esa opción era la posible. Otra acción, otra decisión, no hubiese sido la nuestra, la correspondiente a nuestro ser de aquel momento. No me lamento de mis errores, tampoco los quiero justificar con este argumento, pero advertirlos y tener conciencia de ellos puede ayudarme en el futuro.

Ufff, me volvió a dominar la vena filosófica. La aparco aquí. Quieta “pará”.

Divagaba sobre el tiempo en general y me apetece contar algo que lo roza tenuamente.

Hace casi dos meses tomé una decisión. Me decante por algo totalmente incongruente y sin sentido: dejarme el pelo largo. Esta aparente trivialidad tiene su importancia para mí. Tiene un porqué y unas complicaciones para llevar tal tarea a cabo con éxito.

Antes y después de hacer el servicio militar yo llevaba el pelo largo, tampoco demasiado, lo justo para poder hacerme una coletita. Por aquel entonces venía a nuestra casa un barbero retirado a cortarnos el pelo y ganarse unos duros por la labor. Yo no quería nunca cortármelo, pero mi madre siempre insistía en “venga, sólo un poco, sólo las puntas”. Y al final, yo claudicaba. Mi pelo nunca fue demasiado largo. Mucho me temo que el “sólo las puntas” era algo más que eso.

Ahora, no sé si por nostalgia, por un conato de rebeldía o porque simplemente me apetece, quiero volver a dejar mi pelo crecer. Normalmente cada dos meses me lo corto al 2 o al 3. De momento, van tres meses y medio y los pelos que caen en mi lavabo cuando me peino, debido al tándem alopecia-fuerza de la gravedad, ya sobrepasan los 5 centímetros.

Los motivos por los cuales puede ser un absoluto fracaso son muchos:
- Ya no tengo el pelo de antes, en cantidad. Mi coronilla es un lindo descampado que mira al sol, con lo cual la parte estética puede ser muy sufrida.
- Nunca me ha crecido el pelo muy deprisa.
- Antes lo tenía muy graso, ahora, supongo que eso no habrá cambiado.
- Su forma de crecimiento teóricamente es liso, pero luego tiende a ondularse caprichosamente, cosa que lo vuelve muy indomable. Prueba de ello es que cuando me levanto por las mañanas parezco Krusty, el payaso.
- El pelo largo requiere más cuidado, tiempo y dedicación (como las chicas de Loquillo). Nada más pensarlo ya me da pereza.
- No tengo ni idea como cuidar un pelo largo para que quede bien y no parezca un montón de matojos.
- Creo que el pelo largo me queda fatal.

Lo único agradable al respecto es que me hace ilusión y me gusta tacto de mi pelo. Vale, esto último parece frase de Barbie, pero es cierto.

Bueno, ya me cansé de juntar cosas poco conexas bajo un mismo título de entrada.

Hasta la próxima entrada. Mientras tanto, que el tiempo sigue huyendo…


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Hello people.

Hi girls!

Today, I am better than yesterday. Yes. Now I have a long and sweet hair.
Tender, you can to stroke it. Its tact is like silk.

My heart beat once time by second. Do you want to listen the passage of time with your head over my chest? Later, I can do that you feel the time inside you.

Girl, don’t waste your time. Don’t lose it. Come on with me and enjoy it.

A large way of kisses for your skin.

lunes, agosto 17, 2009

Abierto por vacaciones



Me voy.

Sí, en breve me retiro durante unos muchos días de mi residencia habitual a otros lugares bastante distantes, pero sin salir de la península. El plan es conocer más las zonas donde voy, descansar y compartir tiempo con amigos y familia. Troncar la rutina habitual por algo diferente, de índole tranquila, y previsiblemente mucho más agradable.

Realmente, no se va a notar mucho que esté o no por aquí. Dado lo “abandonaito” que tengo el blog, creo que podría irme sin piar y nadie se daría cuenta. Más bien, seguramente será al contrario. Llevaré conmigo portátil y espero poder tener tiempo para convertir en texto varias historias que me rondan por la cabeza desde hace muchos meses, y por supuesto, publicar alguna de ellas.

Me conectaré con regularidad e intentaré seguir los blogs los que acostumbro a visitar y responder comentarios si los hubiese.

La inminencia del viaje me hace pensar en otros de la niñez. Cada año con mis padres y hermana bajábamos de Cataluña a Extremadura y volvíamos. Eran otros tiempos. Pocas eran las carreteras que tenían mediana, a penas había túneles que salvasen los puertos de montaña y los coches estaban más cerca de los troncomoviles de los Picapiedra que de los que ahora circulan.

Hablando el otro día con una amiga, que ahora está veraneando en Marbella. Por cierto, que dada tal circunstancia tendrán que cambiar el nombre a la ciudad por Marpreciosa, Marjocosa o Maralegria, temporalmente :-) . Pues me comentaba ella que tenía intención visitar Granada. Ello me trajo los recuerdos de aquellos viajes. De la radio que siempre se mal oía, de las cintas de casete y de dos canciones que a pesar del tiempo rondaban en mi mente, favorecidas por la gran cantidad de veces que llegue a escucharlas en aquellos desplazamientos y porque al niño de entonces le gustaban mucho, gusto que ha perdurado hasta hoy. Las dos eran del mismo grupo, “Los puntos”, y ambas hablaban de Granada, eran exóticas a la vez que tristes.

Indagando por internet las conseguí localizar y volver a escuchar después de tanto tiempo. Ahora mismo, al preparar esta entrada estoy escuchando una de ellas y tengo una sensación extraña. Me emociona, siento como un leve escalofrió en el cuerpo y unos intentos de lagrimones se asoman a mis ojos con la atrevida decisión de practicar el descenso por mejilla seguido de la caída libre. No es que me ponga triste, es sí como otra época que cayese encima de golpe. No lo puedo explicar, ni lo puedo evitar. Y mira que las canciones suenan a viejo, tirando un poquito a rancio, pero me encantan.

Os las pongo a continuación, a ver que os parecen.

Llorando por Granada


Tierra Cristiana


Aquellos viajes, que estuvimos repitiendo durante tantos años, solían ser de noche para evitar el tráfico. Con el tiempo y la mejora de las carreteras pasaron de 14 a 10 horas. Mi padre era el que siempre conducía. Mi madre, mi hermana y yo intentábamos no dormirnos para entretenerlo y darle compañía. Era un viaje realmente duro, tanto paro él que llevaba coche, como para nosotros que inevitablemente acabábamos superados por el aburrimiento y el cansancio. Al final no sabíamos en qué posición ponernos en el asiento.

Eso sí, cuando presentíamos que el destino estaba cercano nos invadía una gran alegría y deseábamos que el coche volase para llegar antes a la ansiada meta, quizás más por poner pies en tierra que por lugar en sí.

Siempre que pienso en esos viajes me domina una sensación de respeto. Eran una cosa muy seria, por su dureza y porque la carretera siempre es peligrosa. La compañía de la noche, le daban más sensación de severidad. Fue ellos donde tuve las primeras percepciones de la muerte.

En una ida, cerca de Guadalajara, había tras una curva un montón de hierros retorcidos, era lo que restaba de lo que antes fuera un coche, la policía ya había llegado y los ocupantes de aquel vehículo seguramente no sobrevivieron al accidente. Ves eso y te sobrecoge, te inunda el silencio y te aísla durante unos instantes del mundo, como si parte de la muerte se nos contagiase durante unos segundos.

En otra ocasión, recorriendo los Monegros, quiso el faro que alumbraba la carretera en ese momento, mientras trazábamos una curva, apagarse para gran susto de mi madre. Iba yo adormilado y su grito me despertó. Por suerte, mi padre pudo decelerar el coche siguiendo la carretera con más intuición que vista. Volvía a ser de noche. Tras reponer el faro, el viaje continuo, pero el susto fue un quinto viajero en los años posteriores.

Ahora los años han pasado. Mis padres se han jubilado y sólo usan el tren para realizar ese mismo trayecto. Destino y origen se han cambiado, ellos y mi hermana viven donde tanto tiempo íbamos a veranear. Y soy yo quien recorre la distancia en propio mi coche cuando voy a pasar unos días con ellos. La radio, sigue oyéndose mal en ocasiones aunque poco tenga que ver con las de entonces, y los CD de MP3, que han sustituido a las antiguas cintas magnéticas, son mis únicos compañeros. Pero ahora las carreteras son mucho mejores e intento hacer la mayor parte del viaje siempre de día.

Bueno, como habréis intuido, uno de mis destinos será Extremadura, pero antes estaré unos días por Algeciras con unos amigos de allí. Tengo ganas de darle al contacto, meter primera y ponerme en carretera.

Os sigo desde la distancia. Tengáis vacaciones o no, pasadlo bien, que es lo que realmente importa.



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Hello people.

Hi girls!!!

I am in vacation time. Yes. I go far away of here.

Hey, babe, perhaps you are a lucky woman and you can meet me.

You must to know that I love you… and I want tell you with a song. A song that I listened long time ago when I was a child in car travels.



This song is only for you (for each one of you).

Wet kisses.


lunes, agosto 10, 2009

Show must... be told



Con cierto retardo provocado por, mis últimamente fieles compañeras, la falta de tiempo y la pereza, os voy a contar el “¿cómo fue?” de la obra de teatro “Los figurantes/ Els figurants”, con la cual os he ido dando la latas en varias entradas de este blog.

Vamos allá.

Una semana antes, se hacía presente ese hormigueo que delataba que la fecha estaba próxima, y si bien no fruto aun de los nervios, si de la expectación.

Quedaban por montar todavía algunas piezas del escenario y, sobre todo, texto por memorizar correctamente.

El guión me estuvo acompañando a todas partes durante esos días. Momento del que disponía, momento en el que repasaba.

El lunes debíamos obrar el milagro de convertir una carretilla de paquetería y unos cartones en una lustrosa mini-góndola. Entre nervios, inventos e improvisaciones a lo McGiver fue posible. Quedó una mini-góndola muy mona, aunque un poco más grande de lo esperado y adecuado. La de “por culo”, perdón por la expresión tan realista, que nos daría la dichosa gondolita para manipularla y hacerla entrar por las puertas. Eso sí, mona era que te cagas. Nada, que estoy con la vena escatológica hoy.

El jueves, para darle emoción, mientras caminaba por la calle re-estudiando el guión, quiso mi tobillo tener un papel estelar sufriendo una torcedura. Por suerte, leve, en principio. Dado que mi personaje era algo dinámico y le tocaba dar algún que otro brinco, era una complicación añadida. Un hándicap de mierda…, Joer, como estoy.

Viernes, último día de taller de teatro. Preparación del escenario, postreros retoques a los elementos del decorado y la góndola, y ensayos… ligeramente desalentadores. Había tensión y la concentración jugaba al escondite con nosotros. Mi tobillo se entretenía dando incomodas punzaditas de vez en cuando. ¡Qué tocahuevos el jodio! Ays, que no lo puedo evitar.

Sábado, 20. Sabado, 20. Sabado, 20 de Junio de 2009. Gran día. Estreno singular de la obra y colosal final de temporada. Todo, todo, en menos de cinco horas.

Yo como mañana tras levantarme me lavo la cara, en ese estricto orden. Me miro en el espejo y … ¡coño! Un mosquito decidió tunearme un ojo durante la noche. Una hinchazón en el parpado inferior izquierdo se muestra más exhibicionista que Ana Obregón posando biquini. Mi aspecto asemejaba al de un boxeador nada habilidoso. La madre que pario al maldito mosquito cojonero, así reventase dejando en el aire una lluvia carmesí.

Ya en el teatro, a las 10:00 de la mañanita. Hacemos el ensayo genera y repasamos algunas partes de la obra, en concreto, las más complicadas: zarzuela, acción contemporánea, diálogos cruzados,… No sale mal, pero se nota que los nervios están besando la piel. Se nos ha volado la mañana en nada. Son las 14:00 y hay que comer.

Durante la comida las chicas, en amplia mayoría, se enfrascan en una conversación sobre sexo y artes en él. Aquello parecía un taller de sexualidad oral, hablado quiero decir. Los hombretones decidimos guardar un discreto silencio medio-sonrojados. Total, ¿pa que decir ná?, ¿pa cagarla? :-)

La 16:00 otra vez en el teatro. Se hacen las pruebas de luces y sonido (así, en singular, porque lo único que sonará es “Luisa Fernanda” durante 4 minutos), ya que es la primera vez que contamos con el técnico. Últimos retoques a todo. Nervios, prisas, carreras. Gente repasando los guiones, preparando la ropa, colocando los útiles para que todo esté a punto y en lugar adecuado. Joder, me estoy volviendo a poner nervioso de nuevo con sólo recordarlo.

17:50. Ya se oye a la bestia negra, ya está entrando. Su boca múltiple murmulla. Se aposenta, se pone cómoda. Está ahí. Esperándonos. ¡¡¡El público ya está dentro!!!

Tras el telón y en los pasillos a los camerinos, silenció, emoción contenida y ¡¡¡NERVIOS!!! La espera está a punto de concluir.

Hago inventario personal. Tobillo, mucho mejor, podré saltar con cuidado. El ojo más desinflado, me han dicho mis compañeros que no se nota demasiado. Ufff, menos mal. La ropa para cambiarme en su sitio. Guión a mano. Botella de agua, lista. La peluca, la peluca,… ¿dónde coño está la peluca? Ah, sí, ya sé. Bien, menos mal, encontrada. Ya estoy preparado.
Faltan 5 minutos. Todos a sus puestos.

Alguno de los personajes “nacen” de entre el público. En mi caso, debo estar escondido tras una columna, al lado del escenario, hasta que llegue el momento de mi entrada. Aprovechamos cuando nuestra directora, Anna Ponces, hace la presentación de la obra para entrar en la sala cobijados bajo la ausencia de luz. Todo el público mira al escenario ignorante de nuestra incursión.

Acaba el prólogo de Anna. Yo ya estoy sentadito en mi silla en la fila 0, oculto a la vista de todos, con mi guión y mi agua. Anda, ya llevo varios párrafos sin decir tacos ni vulgaridades. ¡Yupi!

Se abre el telón.

La obra comienza bien, la gente se ríe a menudo. Yo sigo agazapado en mi escondrijo. El guión, lo he desestimado, de hecho me lo sé todo, pero no es lo mismo decirlo en el escenario que en cualquier otro sitio de memoria. El agua, la bebo a pequeños sobros de vez en cuando. Estoy tranquilo. Viendo lo increíblemente fantástico que lo están haciendo mis compañeros. Pero parece que mis piernas tienen vida propia, comienzan a temblar. Maldito subconsciente.

Transcurre la función. Está gustando. No creo que la entiendan, pero parece que gusta. Cierto es que los espectadores son básicamente amigos y familiares, público amigo, pero bueno eso ánima igual y da mucha moral.

Mi momento se acerca. Las piernas han cesado su improvisada danza. Me coloco. Espero la frase que da pie a mi aparición y… ¡ya! Nada importa ahora, no existo, soy un roquero algo macarra.

Continua la obra. Cometemos algún que otro error. Alguna improvisación. Unos despistes. Ostias, que nos hemos saltado dos páginas del texto. Da igual, los espectadores no lo han notado. Seguimos, seguimos.

Se cierra el telón. Aplausos, vítores. El público contento, nosotros felices. Satisfechos, a pesar de todo. Eufóricos. Emocionados. Sudados. Cansados. Una horita más y a por la segunda representación. ¡Ufff! Ahora sé lo que sentía Dinio cuando Marujita Díaz le decía, “venga otro, amor”.

Durante el intermedio hay que retornar las cosas a sus lugares originales. Restaurar el escenario, volver a poner nuestras ropas y útiles a punto.

Hay un momento en la obra en que todos nos desvestimos en parte. Unas compañeras me indican que mientras otros se quedan en calzoncillos, yo conservo los pantalones puestos, y que todos hemos de ir igual. Ays. Menos mal que los llevo unos bóxer limpios y muy cucos. Todo sea por contribuir al arte.

Segunda función. Todos más tranquilitos. La representación sale más fiel al texto, pero va algo lenta, escasilla de ritmo. A mí, personalmente, me gusta más.

Llegamos a la “acción contemporánea”. Toca despojarse de ropa. Los personajes se trasforman. Me quito, la peluca, los zapatos, el cinturón… y ya puestos, pantalones fuera. Hale, a seguir lo que resta en paños menores. Pero, grrr, … me han timado, dos de los chicos conservan los pantalones.

Bueno, al menos tengo el consuelo de que hace mucho, mucho, mucho tiempo fui finalista de un concurso de “mister piernas” en una discoteca cutre… y no llegue a más porque no acudí a la final, que si no, quien sabe. Pero esa es una historia que quizá sea contada en otra ocasión.

Acaba la última representación. También ha gustado.

No hay tiempo para alegrías. Hay que recoger rápido, a las 23:00 cierran el teatro. Corre, corre, corre. Sin darnos cuenta, la intensa jornada teatral y el taller “Fem compañía…” ha llegado a su fin. El próximo año más.


Terminado el relato de esos días desde mi particular óptica. Queda una lista de cosas a comentar.

Gracias a mis compañeros de reparto y a la directora por su acogida y buen rollo en todo momento. Me incorporé tarde, en el tercer trimestre, pero en seguida fui uno más.

Sigo con ellos, felicidades a todos ellos por su labor, su dedicación y lo bien que lo hicieron todos.

Gracias a mis amigos y compañeros de trabajo por asistir a la función. Por suerte, acudieron a la primera, que fue la sesión más casta, y no podrán contar como son realmente mis piernas :-)

Gracias a los que no pudieron venir y me dieron su apoyo, me desearon suerte o “rómpete una pierna” con curiosa precognición.

Me he quedado por contar que tras cada representación salíamos unos instantes a los pasillos y saludábamos a nuestros allegados, que nos soportaron estoicamente durante las 2 horitas que duraba la función.

Fue muy especial para mí conocer visualmente y en persona a gente con la que sólo había tenido contacto a través de este blog y los suyos respectivos. A ellas, a ellas me dirijo de una de una en una.

Luna Azul, fue quien vino desde más lejos, gracias a que sus vacaciones coincidieron en lugar y tiempo con la representación de la obra. Realmente, fue un placer descubrir quien había detrás de tus siempre sensatas letras. Muchísimas gracias por tu presencia y por citar la obra en tu blog "
Miradas de la luna azul".

Lemoinestar, la conocí a través de Luna Azul, vinieron en cuarteto con dos amigas más. Me da vergüenza reconocer que sigo tu blog menos de los que debería, pero no es por falta de ganas sino de tiempo. Gracias por estar asistir. Tu blog “
Díalogos conmigo misma” es una perlita en el Mediterraneo.

Eva, otra grande, persona que desprende buen rollo y alegría por donde se mueve. Gracias, por venir, al final, nos vimos los caretos, y gracias por la promoción que hiciste de la obra con aquella entrada. Tienes el blog “
Cosas que contar”más divertido y desenfadado de cuantos conozco.

Judith y Kassia, a ellas no las vi. Esa noche al llegar a casa encontré un email anunciado que se pasarían por la obra. Aunque leído a destiempo, me hizo una gran ilusión saberlo. Previamente, ya las medio conocía. Gracias por estar allí. Vuestro blog, “
Tears of the Dragon” (o sea, “Las tias del Dragón” :P), da gusto leerlo, escribís como queréis “jodias”, os leo y siento admiración y envida sana.

Por último y para no hacerme pesado en exceso. Quien quiera visualizar la obra tiene la posibilidad de obtenerla de internet. La primera función fue grabada. El resultado lo podéis conseguir
AQUÍ. Los pasos para la descarga son un poco complicados de realizar, pero creo que está bien explicado en esa misma página y siguiéndolos no deberíais tener problema. Al menos una persona lo ha conseguido con éxito.

Y para finalizar, ahora sí, gracias todos.



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Hello people!

Hi girls!!!

Now when you are watching the stars on the sky, look, look carefully, perhaps you can see me there.

Yes!!!, I am great theater star. After of my glorious triumph, I am only waiting to get a lot of awards.

Girl, if you want to be very famous and beloved by everybody, if you want to become in the better actress of around the world… then I can touch you, sorry, I wanted to say, I can teach you all, all, all.

Yes, you can believe it. But first I need to meet you, all you. It is very important previous (not pervious) step. Don’t worry. You can undress in front of me, I am gotten used to see a lot of naked women… because I am Computer Engineer too.

Don’t wait more. Don’t waste your time in other trivial things. Come with me and open yourself to your new world.

Deep kisses


miércoles, mayo 27, 2009

Manual de suicidio social. Capítulo I – El futbol



Cada vez me gusta menos el futbol. Me aburre una exageración y me atrae entre poco y nada. Hablo del futbol visto en la tele o escuchado en la radio. Yo es que soy un hombre de acción pues me gusta más hacer que ver. De voyeur sería un autentico fracaso. Por eso prefiero practicar el deporte, aunque sea muy malamente, a visonarlo.

Supongo que mi reciente y creciente desapego con el futbol se debe a que vivo en Barcelona y he de soportar las celebraciones de los últimos días. Realmente no entiendo tanta alegría y manifestación de euforia por hechos que carecen de implicación real en nuestras vidas.

Siempre he sido una persona de sentimiento interior. Contenido, si lo preferís. No me van la exaltación, los gritos, los saltos y demás expresiones físicas de contento. Yo, como mucho, sonrío y me siento bien interiormente por las cosas que satisfacen. Lo sé soy un soso, eso sí, tengo un vida interior intensa, sobre todo cuando sufro de gases intestinales.

En este momento están jugando la Copa de Europa el Barcelona F.C. y el Manchester United (espero haber escrito bien los nombres). Paso de ver cómo van y de seguir la retrasmisión, prefiero estar escribiendo esta entrada.

Acabo de llegar a casa. Sí, sigo trabajando más de la cuenta, “pofesional” que es uno. Por el camino, al pasar por una calle peatonal he escuchado el grito simultáneo de muchas voces diciendo “Gooooool”. Seguidamente otras voces se han sumado añadiendo vitores de “Campeones”, “Campions”, “Barça, Barça” o en un derroche de énfasis cantado el himno del Barcelona F.C. Luego han venido trompetas y petardos. Con lo que a mí me gustan especialmente los petardos… pero eso es otro tema del que ya hablaré en su día.

Me ha llamado la atención, durante la celebración del gol por parte nobles y villanos, un capullo (entiéndase como brote de florecilla, o sea flor no madura, vamos que le estoy llamando inmerecida y gratuitamente guapo y no tonto del culo), que ha salido al balcón descamisado y se ha puesto a gritar a la plaza “Barça, Barça, Barça” repetidamente, él solito en una clara muestra de incontención eufórica. “Brasa, brasa, brasa”, le hubiese dicho yo. ¡ Tio pesao! Seguidamente ha pasado a mi lado una chica, a coger su coche, vestida de primavera, es decir, escotada y con ropas ceñidas, y eso si que me ha alegrado e inspirado. Ays, que mala es la primavera y que hooligans mis hormonas.

Realmente, mi caso, no el más grave. Aun no soy afutbolístico total. Está mucho peor visto que no te guste el futbol a que seas del equipo rival. Esto es como las religiones, puedes ser de cualquiera pagana que te miraran mal, pero como seas ateo no tienes perdón de dios/es, ni suyo.

Debo confesar que aun me estimula un equipo. Pero no es por juego, ni por sus jugadores, ni por que sea más que el club en sí, ni porque me identifique relativamente con él. No, es por un motivo práctico. Me atrae levemente el Real Madrid, que ganen o pierdan no me quita el sueño y considero a sus futbolistas la misma panda de críos imberbes, en general, que los que pueda haber en cualquier otro equipos. De la directiva, mejor no hablo. Pero me gusta porque socialmente de algún equipo se ha de ser… y porque cuando estos ganan dan el coñazo, pero me pilla mucho más lejos y no me estorban tanto el sueño. Cierto que también hay “capullos” de Real Madrid cerca de mi casa, pero por ser menos hacen menos ruidos.

Además de esta gran razón práctica, mi preciado sueño, mi desidia del futbol tiene un motivo racional. El futbol es un puro espectáculo circense, endiosado por intereses económicos y/o políticos. La prensa, la tele y la radio le dan un protagonismo, que creo inmerecido. Once tíos corriendo de un lado para otro, un balón rodando y un tipo con un pito con complejo de incomprendido y ansias de protagonismo. Detrás de esto, un club, una marca, una empresa, merchandising, dinero, mucho dinero a ganar: un negocio, al fin y al cabo.

Sentimiento, afición, pasión, identidad. ¿A qué? ¿Qué tenemos en común con esos jugadores vendidos de distintas partes del mundo que corren y patean la pelota a cambio de mucho dinero? Cada vez lo veo más alienante. Más estúpido. Sé que por decir esto muchos me crucificarán, aunque sea mentalmente, pero es lo que opinó, el futbol me parece infructuoso y de lo más tonto.

Bueno, fino ya. Quizá alguno/a se pregunte, tras aguantar todo este rollo, si realmente tengo algún favorito en el partido que está a punto de acabar (y no tengo ni puñetera idea de cómo va). Pues claro. Prefiero que gane el Barça. Que me van joder, con las celebraciones, pues sí. Pero mejor encontrarme a la gente mañana con un insoportable buen humor a absolutamente deprimidos. Si gana el Barcelona, mejora la gente mi entorno y espero que eso redunde en mi favor. También un poco por aquello de que juega un equipo español, y aunque la patria me tira nadita-nada… mejor eso la victoria de los ingleses y el fantasma de Cristiano Ronaldo.

Fin del encuentro.


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Manchester, Manchester, Manchester!!! You are the champion!!! You are the only one!!!

Girl , come to me , we can celebrate a big victory.

Girl, come to me, I can console you and to do it to feel the better night at your life.

Go Manchester, go Manchester.



lunes, mayo 18, 2009

Los figurantes / Els figurants




El teatro es un mundo lleno de tímidos. No es que lo diga yo directamente, me lo dijo alguien, y cuando se cita algo que otro dijo una vez, esto pasa a ser una máxima. En este caso, la frase proviene de una profesora de teatro y profesional muy vivida dentro de este universo. Creo que la frase, a su vez, se la dijo alguien a ella, con lo cual ya pasa al nivel verdad absoluta.

Ya sabéis que hago teatro. Como lo acabáis de leer, ya lo sabéis. ¡Ea! En mi caso particular, la cita, es muy cierta. Yo soy sólo un "amateur", un principiante, no confundir con amante, ...bueno sí, eso también lo soy, pero en paro por falta de oportunidades para ejercer.

A lo que iba. Qué sí. Qué yo soy muy tímido en la vida real, sobre todo en directo, pero actuando la cosa cambia. Será que es más fácil hacer de otro, aunque sea muy malamente, que ser uno mismo. Uys, pero estas son cuestiones psicológicas y filosóficas con las que no os voy a aburrir, al menos hoy.

Encima del escenario todo es más fácil. Me despojo de la vergüenza y la timidez que me provoca el trato con gente en general, y como mucho me hago poseedor de algunos nervios.

No importa mucho quien esté tras la oscuridad que se ve desde el escenario, porque para ser sincero, entre luz baja de la sala y los focos apuntándote, es complicado ver al público en detalle. Además, no soy yo quien está arriba sino un personaje que nada tiene que ver con quien le presta temporalmente su cuerpo.

Todo este rollo introductorio viene como justificación para hacer algo de publicidad de una obra que representaremos mis compañeros y yo en dentro de un mes aproximadamente.

El titulo es "Los figurantes". Obra creada en 1988 por
José Sanchís Sinesterra, autor valenciano. Su guión teatral anterior, escrito en 1987, seguro os sonará más: "¡Ay, Carmela!". Conocida sobre todo a través de la película de mismo título que dirigió Carlos Saura y cuyos personajes protagonistas eran encanados por Carmen Maura y Andrés Pajares. Yo no la he visto, pero me han dicho que está bien. Y siendo así, "Los figurantes" también será buena. Esta es otra de esas grandes reglas de trasferencia referencial de calidad por asociatividad. Vale, me lo estoy inventado, pero creedme cuando digo que la obra es buena. Esa es mi impresión y yo no miento. Palabra de niño bueno (imagíneseme el lector con la maño derecha abierta en alto perpendicular al suelo y la izquierda posada sobre el corazón).

No me gusta anticipar mucho de que van los libros, las películas o las obras de teatro, por aquello de no destapar parte de la magia que tiene descubrirlo en directo uno mismo. Pero os haré un breve esbozo para que tengáis una mínima idea.

"Los figurantes" o "Els figurans" es una obra bilingüe. Sus personajes usarán castellano o el catalán según el momento y con quien interactúen. No hay protagonistas, ni papeles principales, pues de eso se trata. El argumento, tiene como punto de partida la rebelión de los figurantes o extras que hartos de ser ignorados y menospreciados deciden encerrar en los camerinos a los primeros actores y tomar el control de la función. Pero...

Es una comedia. Bastante divertida, desde mi punto de vista, con abundantes buenos momentos. Tiene unos toques ligeros de filosofía, vertidos a través de los textos de los personajes, y, en ocasiones, situaciones muy surrealistas y kafkianas.

No digo más de la obra. Mis compañeros lo hacen muy bien para ser casi novatillos, como yo, aunque los hay llevan ya varias obras a cuestas. El grupo procede de un taller de teatro, el "Fem companya..." del Centre Cívic Cotxeres Borrell.

La fecha del estreno será el 20 de Junio, Sábado sabadete... Haremos dos funciones (joer, que acojone) a las 18:00 y a las 21:00. La duración aproximada es ligeramente inferior a las dos horas.

El
lugar será el teatro del Centre Cívic Cotxeres Borrell (Espai escènic Tísner) ubicado en la calle Viladomat, 2, (esquina con con Paral•lel) en Barcelona.

Metros cercanos: Poble Sec (L3) y Paral•lel (L2 y L3).

El precio de la entrada el año pasado fue de 4 euros (lo indica el centro cívico para costear gastos), este año supongo que será el mismo. Nosotros, el grupo, no cobramos nada, si acaso, las risas y los aplausos son nuestro pago (intento de condicionamiento subliminal, de lo más discretito, oiga).

Eso esto todo.

Ah, no. Un último detalle, si alguien quiere venir y tiene la curiosidad por saber quién está detrás de estás soporíferas líneas ahí pongo una foto para que me reconozca :-)


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Hello people!.

Hi girls!.

Shakespeare was unlucky because don’t to live at the same time as me. Yes, he could to have written great plays inspired in my acting.

However, girl, you can to meet me. If you come to watching me I will know to find you between the public. Then we can to celebrate together the triumph.

See you soon.


domingo, mayo 10, 2009

Mensaje secreto... para ti



Tengo un reto. No, no es el que explique hace tiempo. No es el laboral, en ese poco a poco creo que voy consiguiendo mi evolución a un pokemon superior con nuevas habilidades, aunque creo que serían de tipo psicológico y no sé si muy buenas ellas.

Mi reto es complicado. Tiene que ver con el corazón, ese cacho carne que me late una vez por segundo salvo cuando tú estás cerca. Uys, que lo estoy desvelando antes de decirlo.

Sí, vale. Es un asunto gustos, atracciones y afinidades. No lo llamo amor porque eso necesita mucho más tiempo y consolidación para adquirir tal nombre. Y además, porque es una palabra tan prostituida actualmente que casi carece de valor. Dejémoslo, si acaso, en cariño.

¡Pues sí, que coño! Me gustas, me atraes, me excitas, siento afinidad por ti y de siempre me has despertado un gran cariño. Desde el principio, aunque lo intente disimular todo el tiempo.

Ahora viene el gran problema: cómo hacerte saber que me refiero a ti sin que nadie más se dé por aludido ni se enteren los demás que eres tú quien tanto me "motivas".

Claro, una vez leído esto, hará pensar dos cosas a la gente. Una, que soy un cobarde sentimental. Cosa bastante cierta, y más aun si se conociese más la situación. Dos, que realmente la confianza entre nosotros tampoco es muy grande. Bueno, sí y no, no sé, a veces sí, a veces no… en ocasiones, … ufff, que complicado que es esto.

Yo es que en esto de los asuntos emotivos/afectivos soy peor que dejar al caballo de Átila al cuidado del césped de un estadio de futbol. Entre muy malo y cataclismo total.

Hace mucho, bastante, que nos conocemos. Cierto que nunca hemos tenido un vinculo superior al de conocidos, pero para mí siempre has sido objeto de admiración. Te veo tan lista, elegante, con tanta clase. Me fascinas. Tú no andas, tú te desplazas en levitación constante a una distancia nula del suelo. Y yo… , yo soy yo y no tengo ni idea que puedas pensar o sobre mí. En ocasiones me parece que me miras con buenos ojos, pero no sé, soy muy torpe para esto. Nunca he sabido interpretar los signos o las señales de género femenino. Me siento como un adolescente temeroso e indeciso ante el nuevo mundo que se está desplegando ante él. Vamos "cagao", pero muerto de interés y curiosidad. Me apetece una exageración concerté más, compartir tiempo en común, hacer cosas juntos y descubrir un poco del Universo a tu lado.

Hay ocasiones en las que te veo, y pienso "Yes, we can" (tan de moda ahora) y otras en las que … no eso no lo puedo decir, pero que lo sepas aunque no esté escrito.

Lo más tonto de todo esto es que es muy posible que ni me leas. Que estás letras no sean más que un montón más de bits que forman parte de la inmensa nebulosa de internet que alberga tantos y tantos datos inútiles.

Yo, de joven era muy idealista. El concepto de "amor platónico" me encandilo y lo puse en práctica varias veces proporcionándome muchas ilusiones vanas y gran cantidad de desencantos. Con el tiempo y la experiencia, creo que algo aprendí y forje mi propio concepto, de rimbombante nombre, la "economía emocional". Básicamente, es una regla práctica y preventiva para evitar descorazonamientos o dolores afectivos, a los cuales suelo ser muy propenso. Desplegado en más palabras, y en forma de ejemplo, sería: "no te enamores realmente de nadie hasta diez años después de, tras vivir largo tiempo juntos, haber tenido tres hijos". A partir de ese momento, si es recomendable enamorarse porque la cosa parece segura y la posibilidad de rechazo algo menor.

Lo dicho soy cobardica y cauto en exceso. No te puedo prometer amor, ni nada eterno, pero siempre te pienso con agrado, una amplia parcela de mi cerebro está reservada sólo para tu recuerdo y eres para mis sentidos su atención favorita. Pero eso ya lo he dicho más o menos antes… y como una retirada tiempo es una victoria, aunque sólo sea en la cita, hasta otra "chiquilla".





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He people.


Hi, girls.

Girls, I have bad news for you. I am falling in love. Yes, I only live and breathe by she.

I don’t want any woman more. She is the only one.

I don’t need sex , looking her is my only desire and it fill me of happiness.

Oh, love, love, love. Pretty and marvelous love.

Good, people I go out flying...


domingo, mayo 03, 2009

Un viernes variado



El último viernes tuve un día intensito. No tranquilos, no voy a hablar de trabajo. Bueno, vale, sí,… pero sólo un poquito.

Hay oficinas donde para aumentar la productividad y, a la vez, ahogar los murmullos y sonidos de la gente, que cuentan con hilo musical o, en su defecto, una emisora de radio por los altavoces. En el sitio donde estoy ahora, no es así, la sala tiene una sonoridad excelente y los veinte que somos generamos un gran volumen de decibelios, normalmente de forma inconsciente. Es raro que el silencio pueda asentarse. Concentrarse en algo es ligeramente complicado, en mi caso, he de recurrir a las canciones en MP3 que tengo en mi PC y unos auriculares para conseguir aislarme del mundo por un ratito.

No obstante, se existen momentos de silencio, o en los que el volumen general es más bajo. Entonces unos nuevos sonidos se desvelan y toman protagonismo. Me explico. Las oficinas están situadas en los pisos inferiores de un psiquiátrico, lo que antes se llamaba un “manicomio”. Las voces de los internos nos hacen, en ocasiones, una inquietante compañía. Nosotros, indolentes, casi autistas de lo existente fuera de nuestra sala y algo malévolos nos referimos a ellos como los ”aulladores”. Oímos sus frases cortas y repetitivas durante decenas de minutos, como cacofonías a deshoras o perturbadores mantras . Nos infunden algo de miedo y nerviosismo, aunque nunca nos preguntamos por la historia de la persona que las emite. Nos turban y en cierta manera las despreciamos, o las queremos hacer lo más ajenas posible a nosotros, con algún que otro chiste o broma al respecto. Lo cierto es que un poco triste, por ellos y por nosotros, por nuestra actitud.

Os mentí, dije que iba ser poco y salieron dos párrafos como dos cachalotes. Sigo con mi problema de incontinencia al teclado.

A lo que iba. Viernes. Salí del trabajo a las 16:00 y me fui a un centro comercial con dos claras intenciones. La primera comer algo. Unos “crusans” rellenos chocolate y una Pepsi, (si soy de Pepsi y la Coca-Cola me parece agua guarra, ¡¡¡abajo las Cokes !!!) resolvieron la tarea. Esa parte fue fácil.

La segunda. Darme un capricho gastando algo de lo que me pagarán por mis muchas horas extras realizadas. El objeto deseado era un GPS económico, o sea barato, pero dotado de buenas prestaciones. Miré y remiré, vi el que quería y … lo compré.

Bueno, no fue tan directo. Había allí una dependienta para atender a los clientes dubitativos sobre el mundo de los GPS. Localizado el que yo quería le solicite si lo tenía… y se paró el mundo. No me había fijado. ¡Qué cosa más preciosa! Fue un instante en el cual nuestras miradas coincidieron, pero me pareció que estuve una eternidad bañándome en esos ojos azules grisáceos. Ahora que los pienso, al recordarla, creo que se asemejaba mucho a la protagonista de “El quinto elemento”, Milla Jovovich, pero en natural. Sus labios rosados... Esto, ejem. Ella fue a la estantería y me dio uno del modelo que elegí. Pagué y me fui.

Mis auriculares habituales, los que mencioné al comienzo, hacía una que semana habían pasado del estéreo al mono, por baja indefinida del derecho. Esta disfunción es latazo así que entre en otro establecimiento, el Carrefú, para sustituirlos por otros, pero que trabajasen en equipo. Busqué, encontré y fui a pagar a la caja. Otra vez. Pedazo de cajera que solivianta los bajos instintos. Lo sé, soy un romántico, no lo puedo evitar. Aquí el tiempo siguió su camino normal, pero su imagen quedó grabada en mi memoria. Tenía un aire latino. ¿Has visto el anuncio de Martini de George Clouney en que una chica, morena ella, le corta los genitales a un toro de hielo? Si sí, pues ella, sino pues tipo Gina Lollobrigida.

Por último, para acabar con mis gestiones en el centro comercial decidí que era el momento de formalizar la relación con mi móvil. Sí, me casé con su SIM. Ahora el es mío y yo soy suyo. Identificado él, identificado yo y viceversa.

De nuevo, otra vez. La dependienta que me atendió. Qué exageración de mujer, hembra por excelencia, arrebatadora como ella sola. Joer, que mala es la primavera, y yo sin tan siquiera un mal apaño que me “consuele”. Era jovencita, unos 22 años o así a ojo de mal cubero. Me hizo las transacciones necesarias para llevar a cabo el feliz evento entre mi SIM y yo. Tenía un pelo moreno y liso precioso. No puedo decir a quién se parecía, pero si piensas en cualquiera de esas niñas monas que salen con papeles secundarios y enseñando cachos carne en las series españolas de Telecinco o Antena, acertarás.

Momento de reflexión.

Tengo una teoría. Sí, la tengo y es mía enteramente. Es fruto de mi experiencia de ese viernes ajetreado. Dos conceptos: crisis y chicas atractivas. ¿Cómo vender más, sobre todo al consumidor masculino? Por cierto, tendría que haberme fijado en los dependientes. Bueno, en lo que estaba. Un buen reclamo para vender más es contratar dependientas que estén bien “buenorras”. Si tienes que despedir gente, te libras de esas que sean menos “resultonas” para los sentidos.

No es que sea una recomendación mía. Ni mucho menos. Es lo que creo que desgraciadamente está ocurriendo. Hay crisis, pocas ventas y el sexo siempre ha sido un buen reclamo para elevar el consumo. Antes de acabar con el tema, he de añadir algo. Todas estas chicas que he descrito fueron sumamente amables y atentas. Es decir, que la belleza, no era su único merito.

Nota mental para mi, he de ir a Día%. Si esta regla se cumple también el allí, mi teoría será elevada al grado de verdad absoluta.

No acaba aquí el día. Aunque la noche comenzaba a cubrir Barcelona. Siendo viernes, me tocaba ensayo en el teatro. Pero esta vez era algo especial, había sesión fotos para el cartel de la obra y demás propaganda. Fue realmente divertido. Hicimos poses, montamos composiciones de grupo y sobre todo nos reímos tres o cuatro montones. Os pongo una de las fotos del grupo.

Sí, yo salgo… pero no diré quién soy. No, no lo diré aunque puedes dejar escritas tus suposiciones. Ufff, lo que tiene que hacer uno para tener más comentarios. Ya parezco Telecinco.

Después el ensayo, un agradable paseo por las calles de Barcelona con unos amigos desde Paral·lel a hasta la Catedral, atravesando el Rabal. Cena en un restaurante próximo al establecimiento religioso. Ambiente agradable, luces tenues, se podía hablar sin necesidad de alzar la voz, comida muy buena (esto es raro que yo lo diga) y además sin sobrepasar los 15 euros por cabeza, lo cual es muy raro en Barcelona.

A la vuelta, cuando cogí el coche, conecté el GPS para que me llevase a casa. Así nos íbamos conociendo, la mujer que hay encerrada dentro y que no para de ordenarte cosas y yo. Lo cierto es que seguí mi camino habitual y le hice nulo caso. Eso sí, le encontré cosas curiosas e interesantes. En general me sorprendió gratamente mi nuevo aparatejo.

Llegado a casa, me encame felizmente.

Resumiendo, un viernes variado, completo y agotador, pero buen viernes sin duda.

Os dejo una canción que desde muy pequeño me ha gustado.




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Hello people.

Hi girls.

I have good news for you.

I have a GPS.

Yes. Now, I can go where you are. To find you is easier.

When you will want love (or savage sex), send me your coordinates and I will go quickly.

I am theater actor. I can be who you want. For your senses only.

Tell me where you are.

I hope see you soon.


domingo, abril 19, 2009

Arte perenne


Tengo un móvil que uso poco. No recibo demasiadas llamadas y hago menos. Es tan escaso el caso que le hago que no tengo contrato, sino que soy de esos que van tarjeta y que en breve me habré de identificar como hombre de bien para evitar que cancelen mi número.

Mi móvil no es ultramoderno ni tiene demasiadas pijadas, de hecho básicamente lo utilizo por su función telecomunicadora. No obstante, cuando lo compré traía su cutre-cámara de fotos (sin zoom ni flash). Pese a ser yo poco dado a “disfrutar” esos extras, he reconocer que la usado tanto de forma inconsciente como conscientemente.

El uso inconsciente se debe a que la cámara se activa con facilidad y que tengo la costumbre guardar el "aparato" en el pantalón durante mis desplazamientos. En ocasiones, al sacarlo he visto que la cámara estaba activada y comprobado después había hecho un montón de lindas e interesantes fotos sobre el interior de mi bolsillo. Todas de un negro ejemplar. Quizás algún día haga una exposición con ellas. Lo mismo cuela con arte conceptual.

El otro uso, el consciente y deliberado, aunque no por ello frecuente, procede de un intento de inmortalizar lo que yo considero arte perenne.

Muchas veces caminando por las calles he visto grafitis que no sólo han despertado mi atención sino también mi admiración. Consciente de la breve vida de estos, sobre todo porque en muchas ocasiones la estupidez se materializa en forma de descerebrado con un spray y ansías de protagonismo, he aprovechado mi móvil para fotografiar estas pinturas.

Os "pego" a continuación el fruto del mi uso pagano de mi móvil como no-móvil.


Este grafiti fue el primero y culpable de mi esporádica afición. Es el fondo que tiene mi móvil. A la semana de hacer la foto, volví a pasar por la misma calle y lo encontré ensuciado con torpes firmas, cosa que me apenó y dio rabia. Días más tarde había dejado de ser visible y en su lugar había un insufrible montón de garabatos.

El grafiti romanticón de la serie. No me gusta especialmente pero está bien hecho y merecía ser salvado.

Cuando vi este pensé ¿porqué no lo acabaron? Aunque si el artista decidió que debía ser así, ante todo respeto.

Estas dos imágenes corresponden a uno sólo. Los coches aparcados me impidieron capturarlo con una sola foto.

Todos los anteriores pertenecían a las calles de Mollet, ciudad donde vivo. Este último es de Barcelona, en Lepanto, a unas siete manzanas de la Sagrada Familia. Me plantea dudas de si es "natural" o hecho por encargo pues estaba al lado de un bar. En todo caso es una bonita imagen.

Esos eran todos. Disculpad mi calidad como fotógrafo. De todas formas espero que os hayan gustado.

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Hi people!

I have a new hobby. Graffiti.

Yes, darling. I enjoy painting woman bodies and making them photos.

Girl. If you want I can become you in art…and later we can to practice the art of love.

Do you want to be eternal?

Do you want be the canvas of my brush?