martes, septiembre 04, 2007

Riega tu cuerpo con sudor para que broten fuertes agujetas


El gimnasio. Un subuniverso dentro te este en el que vivimos.


Recuerdo cuando me apunté, debido al mal estado de mi espalda torturada a diario delante del PC, con ilusión, con ganas de ponerme sanote fuerte… y, ¡cómo no!, de tener mejor cuerpo (entiéndase “mejor cuerpo” según los cánones de belleza actuales, estándares y globalizados).


Eso fue hace unos 3 años y medio. Hoy he ido, tras bastante tiempo de ausencia y pago riguroso mensual.


Contaba que cuando empecé iba con asiduidad (3 o 4 veces a la semana). Hacía una tabla de ejercicios que me habían diseñado allí y luego un poco de piscina. Un poco significa 2 o 4 largos. Mi capacidad natatoria está entre el mercurio y el plomo. Así que nadar para mí consiste en un gran esfuerzo que se invierte en sacar la máxima cantidad de agua posible de la piscina a cada brazada arrastrando mi torso y piernas, todo eso procurando no hundirme y respirando lo mínimo posible (si respiro mucho el agua en vez de salir fuera entra dentro mío).


Es el gimnasio un mundo que me sorprendió, en parte por lo nuevo y los truquillos que aprendes y en gran parte por la fauna. Comprendí la importancia de los espejos. Pon uno y tendrás un montón de “musculitos” mirándose mientras hacen o no sus ejercicios. Por una chica guapa en una maquina de correr o de steps y tendrás inevitablemente un tío apoyando en ella hablándole con una sonrisa de sien a sien. Chica nueva es igual a nube de consejeros sobre como debe de hacer las los ejercicios. Hay chicas que van en pareja y lo hacen todo juntas y la vez, creo que eso se denomina gimnasia sincronizada. Otras que van solas, les gusta enriquecer la galería de imágenes que todo hombre (heterosexual) guarda en su memoria bajo el titulo “¡¡¡mujeres!!!”, suelen usar prendas pequeñas bien ceñidas a sus cuerpos moldeados entre ejercicios y miradas ajenas.


Con el tiempo, el gimnasio se hace monotonía y las visitas se distancian. Mucha gente se desapunta tras meses sin ir. Yo de momento sigo yendo, poco, pero sigo… como mínimo una vez al mes.


Otro aspecto curioso son las duchas. En mi gimnasio hay 3 duchas con puerta y otras 8 comunitarias dispuestas en 2 hileras de 4 y 4 paralelas. Me llamó mucho la atención que según no sé que moda toda la gente se ducha o den adosé la cara o dándose el culo. Increíble. Supongo lo deben publicar en Internet como toca cada día al igual que los códigos de Digital Plus. Ya que nunca he sabido bien que postura toca, yo prefiero las duchas con puerta, no por vergüenza (que para mi gusto mal cuerpo no tengo, vamos que me veo majete yo mismamente), sino por la intimidad de ducharme a mi manera y con mis tiempos.


Puesto que voy poco, tras la ducha, me gusta afeitarme allí mismo. Una amiga me dijo que eso queda muy gay. Ays, yo es que soy algo amanerado, supongo que para compensar “to lo que me gustan la’ muere’ ”, pero una buen afeitado tras la ducha es bastante agradable. Así una vez duchado y medio secado toca espumarse la cara y eliminar el bello facial diseminando unos cuantos cortes por la cara a gusto de consumidor.


Vaya como siempre, me extendido más de la cuenta. En breve acabo. Tengo mis detractores sobre este tema… Eh, “Jonny” :P


Hoy que hacía mucho que no iba, como he adelantado antes, he desterrado la pereza, he invocado motivos favorables varios, he preparado la bolsa, he ido caminando como buen deportista y cuando he llegado justo a la puerta… he descubierto que me había dejado la jodida tarjeta de entrada en casa. Así otra vez a desandar lo andado… y frustrado me he prometido firmemente cada día “mañana, voy mañana sin falta”.


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Sorry, today English translation is absent. Only I will say that I am a sporty man that I have a good physical shape… and love is in the air, nananana nana ná…but I don’t breathe too much.


Sport is wonderfull but I know better activities for to sweat...